Estamos a poco días del estreno de Avatar: El sentido del agua, la secuela de la exitosa película de James Cameron que con su universo azulado revivió el 3D hace 13 años. Los meses previos a su estreno significaron una carrera sin descanso para equipar salas con la nueva tecnología hasta el extremo de que hubo exceso de demanda y las empresas fabricantes no daban abasto.
La promesa de que la nueva película de James Cameron iba a ser un espectáculo visual incomparable si se disfrutaba en 3D había seducido a los exhibidores y parecía iba a hacerlo también con los espectadores. Y así fue. Aunque años más tarde el 3D murió por agotamiento y malapraxis.
Quizás hace 10 años no nos preguntábamos dónde había que ver la nueva película de Cameron en la mejor calidad posible, ya que sólo “había que verla en 3D”, pero ahora, para esta secuela y con la tecnología tan evolucionado, hemos aprendido a golpe de malas experiencies que sí que importa el cómo y el dónde.
¿En qué formato la veo? ¿En el clásico 2D de toda la vida a 24 fps? ¿Me voy a la sala IMAX pero a 48fps? ¿En 3D pero con las gafas que me llevo a casa? ¿Ha de ser con proyector láser? ¿La escucho en Dolby Atmos?
Y aún más importante: ¿En qué cine la veo? Sólo hay una cosa clara: en este artículo hay que ir por partes para que nadie se pierda.
Empecemos por lo básico. Avatar: El sentido del agua se ha rodado con una cámara Sony CineAlta Venice 3D, que además de ofrecer un gran rango dinámico con negros profundos, blancos brillantes y colores muy vivos, está preparada nativamente para el 3D con HFR a resolución 4K.
Las siglas HFR (High Frame Rate) hacen referencia a la alta frecuencia de imagen en pantalla. Es decir, que en lugar de que una película se proyecte como toda la vida a 24 fotogramas por segundo (fps), lo hace a una velocidad superior, en este caso a 48fps. De esta manera se mejora la experiencia visual y se evitan las molestias que algunos espectadores experimentan en escenas con mucho movimiento a la velocidad normal. También hay muchos detractores ya que el look de la película parece más irreal, como de telenovela.
Lo que está claro es que si queremos gozar al 100% de la película tenemos que buscar un cine que la proyecte en 3D HFR con resolución a 4K. Lo de la resolución a 4K (el doble de una proyección normal) no es baladí, ya que tendremos más nitidiez en las imágenes, algo que siempre es de agradecer. Y si hablamos de imagen, es necesario que nos detengamos en si el proyector de la sala tiene una lámpara xénon o por el contrario es láser. Sí, se viene parrafada pero es importante.
Desde hace décadas los proyectores de cine, ya fueran en 35mm o ahora los digitales, ofrecen la luz a través de una lámpara de arco de xenón de entre 3.000 y 6.000 watios. Estas “bombilla gigantes” producen luz pasando electricidad a través de gas xenón ionizado a alta presión y consiguen una luz blanca brillante que imita de cerca la luz solar natural.
¿Pero qué pasa? Que después de unas 100 o 200 horas la luz pierde potencia y es cuando las imágenes proyectadas se ven más apagadas, con blancos y negros grisaceos. Tal es el desgaste que si se duplica o triplica la vida útil de la lámpara (que hay cines que lo hacen) pueden hasta verse fluctuaciones de luz en las imágenes, como si se iluminara con una vela.
Para que una proyección esté perfecta requiere que la lámpara se cambie cada varios meses, algo que no es habitual en el mundo de la exhibición. Así que la solución, para el espectador y para el exhibidor, es tener un proyector láser, ya que las imágenes son más nítidas, brillantes (que es importante para el 3D) y con mejor contraste, con negros más profundos y mejores colores. Con el láser no hay lámpara xénon, sino tres lásers RGB de los colores primarios (rojo, verde, azul) sobre un panel LCD o DLP para generar las imágenes a través de un prisma.
En resumen, el proyector láser será lo habitual en un futuro no muy lejano, y será (y es) la mejor manera de ver una película en el cine. Lo malo es que no muchas cadenas lo anuncian y tienes que probar suerte con la sala de turno. Una cadena de cines que lo anuncia bastante es Kinépolis, que tiene la algunos cines 100% láser.
Así que volviendo a lo que nos ocupa: para disfrutar de Avatar: El sentido del agua deberá ser en 3D con HFR y a resolución 4K a través de un proyector láser. No os la juguéis a que la lámpara xénon no esté en condiciones. Obviamente se puede ver en 2D (hay gente que odia el 3D) y a 24 fps pero James Cameron no la ha creado para verse en esas condiciones. Aquí buscamos la experiencia suprema. Y hay más factores a tener en cuenta a la hora de elegir un cine.
Sigamos. La película está rodada con una relación de aspecto de 1.90:1, la medida habitual en cines IMAX, así que si vamos a verla a una sala IMAX, con esas pantallas enormes que ocupan toda la pared, tendremos una mejor experiencia inmersiva que en la salas convencionales. Eso sí, en una sala “normal” con un pantallote al estilo de las MacroXE de Yelmo, no tendrá nada que envidiar al IMAX siempre y cuando la proyección sea en láser y en 4K.
Se podrá ver bien en una sala convencional porque en esta ocasión Disney ha creado la película en dos formatos: FLAT (1.85:1) y SCOPE (2.39:1). Enviando la película en dos formatos distintos hace que el cine pueda escoger el formato que mejor le convenga dependiendo del tamaño de las pantallas del cine. Eso significa que los cines que tengan una pantalla panorámica la imagen ocupará toda la superficie al usar la copia en 1.85:1. ¿Los cines con pantalla Scope? Estos sí que perderan un 26% de imagen por arriba y por abajo.
Eso sí, para que no se pierda imagen, ya sea flat o scope, el operador del cine ha de encuadrar bien la imagen usando una carta de ajuste que Disney ha creado expresamente para la ocasión.
Como podéis ver en la imagen de arriba nos encontramos que Avatar: El sentido del agua está disponible en distintos niveles de luz 3D para aprovechar mejor las capacidades de cada sala. Cada sala de cine tiene una pantalla con un nivel de rebote de luz distinto ya que depende el desgaste de la pantalla o del material. Y ese nivel de luz se mide en footlamberts (FL), una unidad de luminancia en unidades habituales de Estados Unidos. Así que encontraremos la película disponible en 3D para pantallas a 4FL, 6FL-XBrite o 14FL-FullLite.
Los 4FL equivalen a una sala convencional con la lámpara nueva, los 6FL a una sala con doble proyector o con pantalla LED y los 14FL a las salas con proyectores HDR como las de Dolby Cinema, que ahí fardan de Dolby Vision. Todas estas medidas en lo que se refiere a proyección en 3D. Una sala con proyección 2D bien calibrada debería dar una medición de luz de 14FL. No hay que olvidar que cuanto más brillante la luz, mejor el 3D, pero claro, la sala debe poder operar al nivel de luz dado.
Amigo/a proyeccionista, si la película a 4FL se proyecta a 4FL quedará fantástica, pero si la tienes a 6FL y la proyectas a 4FL se verá apagada. Hay cines que hacen esa barbaridad ya sea por desconocimiento o por pérdida de la calidad de la lámpara. ¿Recordáis lo mucho que se desgastan las lámparas xénon? Pos eso. Buscad salas de cine con proyección láser.
En lo que se refiere el sonido no hay mucha novedad, la verdad. Los DCPs de Avatar: El sentido del agua pueden venir en Dolby 5.1 (la base de cualquier sala típica y tópica), Dolby 7.1 y Dolby Atmos con sus 64 canales que es lo mejor. Luego están las copias especiales de las salas IMAX que utilizan un sistema de sonido propio de 12 canales que no llegan al nivel del Atmos pero que se acerca.
SÉ COMO HE DE VERLA PERO… ¿DÓNDE LA VEO?
Si no os duele la cabeza después de tanta jerga técnica os hacemos un resumen. Avatar: El sentido del agua se tiene que ver en una sala con una pantalla lo más grande posible que sea panorámica, que la proyecte en 3D HFR a través de un proyector láser con resolución 4K y que la escuchemos en Dolby Atmos.
Así en frió seguro que os viene a la mente las salas IMAX. Es cierto que no tienen sonido Dolby Atmos, pero sus 12 canales de audio no se quedan lejos y cumple en todo lo demás. Bueno, sólo una sala: la del Cinesa Diagonal Mar de Barcelona.
Las otras tres salas IMAX, las del Cinesa Festival Park (Mallorca, 2011), Cinesa Parquesur (Madrid, 2011) y Cinesa Heron City Las Rozas (Madrid, 2018), tienen dos proyectores con lámpara de xénon. Son lámparas de 15.000 watios, pero aún así no llegan al nivel del láser. Y sorpresa: con doble proyección no pueden proyectar a 4K, se quedan en el 2K.
“¿Entonces la mejor sala de España para ver Avatar: El sentido del agua es la sala IMAX de Barcelona?” No, es la segunda mejor. Aún queda hablar de la sala Dolby Cinema que también está en Barcelona, en el Cinesa La Maquinista.
La sala Dolby es una sala única en españa capaz de reproducir películas en Dolby Vision, un sistema que farda de tener un rango dinámico impresionante. Colores y contrastes como nunca antes vistos en una sala de cine. Vamos, en HDR (High Dynamic Range).
Para poneros ejemplos, si hemos dicho que una sala normal en proyección 2D con lámpara nueva debería llegar a los 14FL con un contraste de 1/4.000 y 12 bits de color, la Dolby es capaz de llegar a 31FL con un contraste 1/1.000.000 y 16 bits por cada pixel. Eso significa que el negro es negro DE VERDAD, y eso se puede comprobar en la demo que proyectan antes de una película. Este viernes sólo habrá una copia especial de Avatar: El sentido del agua en HDR y estará en esa sala.
Al pepinaco del Dolby Vision súmale los 20 metros de pantalla panorámica, el sonido Dolby Atmos con altavoces camuflados para no perder acústica de la sala y sus dos proyectores láser convergentes que reproducen películas a resolución 4K en HFR.
¿El 3D? También lo encontramos, pero no es el RealD de Cinesa ni el XpanD de otras cadenas, es el Dolby 3D. Son esas gafas que tienes que devolver a la salida. En ellas encontramos filtros para los tres colores primarios (como el interior del proyector láser) y cada uno de ellos en una longitud de onda diferente para el ojo del espectador. El Dolby 3D es nuestros sistema favorito.
CONCLUSIÓN: La mejor sala de España para ver Avatar: El sentido del agua es la Dolby Cinema de Cinesa La Maquinista de Barcelona. Es más cara que una sala normal (14€ entre semana y 14,40€ el fin de semana) pero experimentarla en Dolby Visión, con Dolby 3D, a 48fps, con doble proyector láser a 4K y con un Dolby Atmos atronador tiene que ser una puta pasada.
Como apunte comentar que nuestros compañeros de Barcelona irán esta semana y compararán tanto la sala IMAX con la sala Dolby, así que ya actualizaremos este artículo con las experiencias y, esperemos, fotos de las salas o las cabinas de proyección.