Desde los inicios del cine hace más de un siglo el mundo de la exhibición ha sido testigo de un sinfín de evoluciones tecnológicas que han mejorado la gloriosa experiencia de ver una película en pantalla grande. Seguro que os las sabéis todas: el cine sonoro, la aparición del color, los formatos panorámicos de imagen, el sonido envolvente, el 3D, el cine digital, vuelta al 3D…


Algunos avances triunfaron. Otros que quedaron en el olvido. Pero casi todas las innovaciones técnicas con las que se ha promocionado el cine periódicamente han tenido como objetivo aproximarlo a la realidad, hacer de él una experiencia inmersiva, envolvente, que burlase definitivamente nuestros sentidos. Y hoy en día sigue así. Así que merece la pena asomarse para descubrir ciertas tecnologías que ya están condicionando la fase de producción y postproducción de grandes blockbusters y a rebufo la experiencia de los espectadores.

Una de ellas es el HFR con TrueCut Motion, que está dando y dará mucho que hablar. Y lo hemos probado.


El equipo de Sala Abierta ha podido ver en persona el TrueCut Motion en una copia especial de Godzilla y Kong: El nuevo imperio en el cine Odeon Multicines Girona, en Catalunya. Visitamos la cabina del cine, el equipo de proyección y hemos sacado unas conclusiones muy interesantes. La reseña la tenéis al final de todo para los ansias…

Pero antes de meternos de lleno en el tema sentimos la necesidad de aclarar cómo demonios está ahora mismo el panorama tecnológico en los cines españolas para intentar adivinar el futuro. No os preocupéis que intentaremos no aburriros.



LA PROYECCIÓN LÁSER ES LA QUE MOLA

Empecemos por lo básico. A no ser que sepas que tu cine de referencia cuida las lámparas, hay que ir a ver una película a una sala con proyector láser. No sólo en cada uno de nuestros artículos aconsejamos visionar las películas de esa manera, sino que hace poco creamos un Excel de las mejores salas de España y todas ellas son láser; además de tener sonido inmersivo con Dolby Atmos, claro.

¿Por qué el láser es mejor? Porque te aseguras al 100% de no ver una película con la lámpara xénon (que es la habitual) desgastada con la consiguiente mala calidad de imagen. Además con la proyección láser las imágenes son más nítidas, brillantes y con mejor contraste.


La proyección láser debería ser la norma. Para espectadores y para exhibidores, ya que con esta tecnología de proyección se ahorra más. Pero ojo, uno de los grandes problemas de la proyección láser es el efecto conocido como speckle que aparece en la pantalla. En las zonas más iluminadas de la imagen en pantalla aparece como un brillo a lo purpurina que se produce por una sincronía entre el emisor láser y la reflexión de la pantalla. Una vez que das cuenta no puedes evitar verlo y puede llegar a ser muy molesto.


El cine que quiera fardar de proyector láser ha de tener una pantalla en condiciones que a poder ser tenga anti-speckle. Sí, haberlas haylas. Además detrás de ella se aconseja tener unos servos mecánicos llamados shakers que hacen vibrar la pantalla para mitigar el efecto. Estos shakers son obligatorios en las salas IMAX o en las Dolby Cinema.


Que haya un poco de speckle es relativamente normal en proyectores láser potentes de una sala convencional, pero si el brilli-brilli es muy heavy significa que directamente no tienen o que no están funcionando bien. Obviamente también depende del modelo de proyector, de pantalla, la distancia de visionado y hasta de la fotografía de la película. ¿Salas que sepamos que no tengan speckle? Las IMAX del Cinesa Diagonal Mar (Barcelona) y el Kinépolis del Ciudad de la Imagen (Madrid) o las del Ocine Urban X-Madrid.



LAS SIGLAS EN BUSCA DEL ESTÁNDAR: HFR Y HDR

Pero el futuro de la imagen no sólo depende del láser o de la resolución a 4K. En lo que la imagen se refiere hay que centrarse en dos siglas a las que nos tenemos que ir haciendo la idea: el HFR (High Frame Rate), que básicamente es aumentar la velocidad de fotogramas por segundo, y el HDR (High Dynamic Range) que para simplificarlo para dummies mejora el contraste y el brillo.


Esas siglas nos sonaran porque actualmente tenemos acceso a todo tipo de contenidos de vídeo a resolución Ultra HD con dicha tecnología, tanto en Blu-ray como desde plataformas de streaming como YouTube o Netflix. Hay muchos ejemplos para ver en casa, pero en el cine aún es un campo tabú.

El cine lleva más de 100 años con los 24 fotogramas por segundo (fps) establecidos como norma y aunque simplemente eligieron esa velocidad de fotogramas porque era la forma económica de sincronizar bien el sonido con la imagen al rodar, se quedó en la industria porque hacía falta un estándar que unificara todas las fases de una películas desde el rodaje a la proyección. Y los 24 se que quedaron sin que nadie los cambiara a pesar de la incursión del cine digital. Bueno, más allá de Douglas Trumbull y compañía, ya nos entendéis.


Cuando en el año 2012 Peter Jackson quiso cambiar los fotogramas por segundo rodando El Hobbit: Un viaje inesperado en 3D y a 48fps en lugar de los convencionales 24fps, el resultado acumuló críticas negativas de periodistas, bloggers, profesionales de la industria y de los propios espectadores. Recibió unas hostias como panes.

Si tuvisteis la oportunidad de catar en cines la precuela de El Señor de los Anillos recordaréis cómo os hizo sentir: incómodos. Y lo mismo volvió a pasar con Ang Lee y sus Billy Lynn (2016) y Géminis (2019) proyectada en 3D a 120fps (60fps por ojo). La evolución fotogramística no tuvo una gran acogida y la gente simplemente no aceptó el nuevo look.


Y es normal. El gran problema del HFR es que no nos acabamos de acostumbrar. Con el doble de fotogramas percibimos la pérdida del aspecto cinematográfico y lo que vemos en pantalla es tan realista que nuestro cerebro lo rechaza. Nos genera la sensación de que no estamos ante una película sino ante un videojuego o hasta de una telenovela en vivo. Hasta algunos les da la sensación de imagen acelerada.

Pero realmente el HFR mejora muchísimo las imágenes. A lo mejor nunca lo habéis pensando pero los 24fps son por definición técnicamente insuficientes. Por ejemplo, cuando se hace una panorámica se ve todo borroso y con «saltitos». Parece un ejemplo tonto, pero lo resume todo. Ese desenfoque que nosotros hemos asumido como natural se conoce como motion blur y los «saltitos» como judder.


Las películas en 3D acentúan esos problemas, así que por eso (y otras cosas) hay gente que aún le duele la cabeza al ver películas 3D. Nosotros hemos estado trabajando en muchas sesiones con muchas películas en 3D y siempre había gente que no lo soportaba y se iba de la sala. Pero claro, ahora no ha sido hasta la llegada del HDR en los proyectores más modernos que las limitaciones del movimiento a 24fps ha quedado más claro.

Volvamos al HFR. Con el doble de fotogramas evitamos las deficiencias de los 24fps, por eso las películas en HFR tienen más fluidez en las secuencias con más movimiento y se incrementa la nitidez y definición de los objetos o personas pudiendo apreciar detalles como las texturas de las superficies. Pero claro, vueeeelta al «efecto telenovela». Pero a ver… ¿Y no existe un punto intermedio para que las imágenes sean fluidas pero no parezcan algo irreal? Sí, se llama TrueCut Motion.



TRUECUT MOTION: LA SOLUCIÓN

La empresa detrás de esta tecnología es Pixelworks y creemos firmemente que es la solución para que el HFR triunfe y se estandarice en el cine. Esta tecnología se dio a conocer cuando James Cameron la decidió utilizar con los reestrenos de Avatar (sep, 2022) y Titanic (feb, 2023) y posteriormente a gran escala con Avatar: El sentido del agua (dic 2022).


Lo que hace esta tecnología es lo que se está conociendo como motion grading, que es retocar en postproducción el movimiento de cada plano o incluso cada zona de una imagen cuando se considere oportuno para eliminar los defectos de velocidad, movimientos u obturación inherentes de los 24fps. De esta forma se mantiene la fluidez del HFR sin sacrificar la imagen cinematográfica que nuestro cerebro tanto necesita. Y realmente parece magia.

Cameron quería encontrar la manera perfecta de aplicarla y usó el TrueCut Motion con Avatar: El sentido del agua de manera que alternaba los 24fps con los 48fps dependiendo de la escena. Pero no quedó perfecta. El uso de esta tecnología no estaba tan equilibrada como creía el propio Cameron pero marcó un camino que como decimos debe ser el que se tiene que recorrer. Donde mejor quedaba esta revolucionara tecnología era en las escenas debajo del agua. De hecho si lo recordamos habían muchos planos seguidos que de repente aumentaban a 48fps para luego volver a 24fps y nuestro cerebro volvía a decirnos: «pasa algo raro con la imagen, tete».

Eso si, para que esta tecnología triunfe hacen falta cines con equipos modernos en las cabinas para que no den problemas a la hora de proyectar. Parece algo obvio, pero muchos exhibidores no le dieron importancia. Y eso que la empresa CinemaNext ya lo dejó claro en una charla online que hizo en el año 2022 justo antes del estreno de Avatar: El sentido del agua: «Sólo un 60% de cines de España tienen la capacidad de proyectar la película en HFR al tener equipos de 2a y 3a generación.»

Y aún así, a pesar de tener equipos más o menos modernos, todavía nos acordamos de los fallos de muchas salas de nuestro país a la hora de reproducir la secuela de Avatar porque la velocidad de lectura de los discos duros no era suficiente. ¿Que no os lo creéis? Mirad el video:



SALAS PREMIUM DE GRAN FORMATO

Duele escribirlo pero por primera vez en muchos años la gran mayoría de salas de cine se están quedando atrás en calidad tecnológica. No entraremos en la experiencia social de estar mucha gente viendo una misma película y todo lo que tiene que ver con el evento de ir al cine en pantalla grande, eso es otro debate; queremos centrarnos en lo tecnológico.

Los televisores OLED, las resoluciones a 4K con HDR de los Blu-Rays y hasta los sistema de sonido Dolby Atmos que vemos en casa lo ponen difícil. La excusa de la pantalla grande ya no vale y si queremos que la gente vuelva a los cines hay que empezar por equiparar la calidad de las salas a lo que tenemos en casa. Luego ya veremos que más se le puede ofrecer al espectador. El cine tiene que hacer que una película se vea bien, se oiga bien y la proyección salga perfecta. Y para eso hay que invertir en tecnología.

Por suerte no está todo perdido, y desde hace años se ha acuñado el termino PLF (Premium Large-Format) a las salas de cine que son tope de gama tecnológicamente hablando. Esas salas tienen una hoja de ruta clara: poder proyectar con láser con copias a resolución 4K, con HFR, HDR y sonido Dolby Atmos. Esta combinación ganadora es la que una buena sala de cine debería poder ofrecer.

Ahora mismo para poder llegar a disfrutar de todo esto hay que acudir a esas salas PLF, que básicamente son las que tienen pantallas LED, las salas IMAX con proyector láser (sólo la del Cinesa Diagonal Mar de Barcelona) y desde hace relativamente poco en las CINITY del Odeón Multicines de Madrid, Girona, Galicia y Cádiz. El año pasado también teníamos la sala Dolby Cinema en el Cinesa La Maquinista de Barcelona, pero cuando el cine pasó a manos de Cine Yelmo esa sala desapareció.

Las salas IMAX, CINITY y Dolby Cinema (aunque no tengamos en España) pueden fardar de tener copias específicas de las películas para aprovechar al máximo las capacidades de los equipos de proyección. El año pasado salieron las especificaciones DCI del HDR para cines y se escribió en piedra que los proyectores (o pantallas) deberían ofrecer un nivel de negros de 0,005 nits y un brillo máximo de 300 nits. Pero por ejemplo si nos vamos al Dolby Cinema, con sus copias superexclusivas en Dolby Visión, los nits sólo llegan a 108.

¿Donde hay que ir para ver los 300 nits? A las pantallas LED. Pero hay trampa. Sólo hubo una película estrenada en España que fuera etalonada y masterizada a 300 nits para la que fue la primera pantalla LED de España. Fue en el año 2019, para la pantalla LED Onyx de Samsung del cine Odeon Multicines Sambil de Madrid y proyectando la película Venganza bajo cero. Pero se quedó ahí. No hubieron más copias en HDR para las pantallas LED en España. Pero claro, cuando se emite una película convencional en una pantalla LED se calibra para que de SI o SI los 48 nits de norma y ya se ve mucho mejor que con un proyector láser estándar.

Y estándar no es lo que tiene el sistema CINITY. Se trata de la combinación de un proyector Christie de los modernos (Real|Laser) y de un servidor integrado de la marca GDC capaz de reproducir lo que le eches. Además la sala ha de tener sonido Dolby Atmos.


Vale, pues tenemos algunas salas muy molonas, pero ahora falta el contenido que aproveche los sistemas. Bueno, faltaba…



LLEGAN LAS PELÍCULAS EN HDR, WCG Y HDR

En lo poquito que llevamos de 2024 hemos visto un aumento de películas con copias especiales para las salas PLF, ya sea con el HFR de TrueCut Motion, con una paleta de colores extendida WCG (Wide Color Gamut) que se relaciona directamente con el HDR, o las dos cosas. Está claro que estas tecnologías van afianzado poco a poco el apoyo de los estudios de Hollywood.


Primero fue Universal y Apple con Argylle a principios de año, luego Warner Bros. con copias Cinity de Dune: Parte Dos, hace dos meses con Kung Fu Panda 4 siendo la primera película de animación en HFR. Todo esto ya sea en salas Dolby Cinema como en CINITY. Pero es que a finales de marzo Warner Bros. estrenó Godzilla y Kong: El nuevo imperio pero ahora exclusivamente en HFR en salas CINITY.


Esta exclusividad no es tan sorprendente, porque realmente el sistema CINITY es un equipo cojonudo para proporcionar las imágenes perfectas que unos frikazos como nosotros (y suponemos que vosotros) queremos. El apunte negativo es que en España sólo hay cuatro salas que cuenten con estos equipos de proyección y en definitiva es la única manera (esta vez) de ver la película del mono y el kaiju de la mejor forma posible. Esas salas las encontramos en los cines Odeon Multicines de Madrid, Girona, Valencia y Cádiz.

A estas alturas creo que ya os imagináis que los muchachos de Odeon Multicines lo petan.

Está claro que no tienen la infraestructura de Cinesa o Yelmo, pero la cadena de cines Odeon Muticines se lo está currando mucho y lleva unos años haciendo una apuesta muy fuerte por la tecnología. Si les quieres buscar las cosquillas se las buscas, pero en tecnología no le gana nadie.


¿Un resumen rápido? En 2016 se inauguró Odeon Multicines Sambil (Madrid) y fue reconocido como el multicine más moderno de España al contar todas sus salas con proyección láser 4K RGB de Christie y sonido Dolby Atmos a través de los altavoces Christie Vive Audio. En 2019, el mismo Odeon Sambil estrenó la primera pantalla LED (Samsung Onyx) de nuestro país. Y el año pasado inauguraron los cines Odeon Gran Plaza 2 (Madrid) siendo los primeros cines en Europa equipados solo con pantallas LED (LG Miraclass).

Obviamente no hay que olvidar los sistemas CINITY. El año pasado el CEO de Odeon, Lluís Millán, firmó un acuerdo para instalar CINITY Cinema Systems en seis salas PLF de España (todavía le quedan dos). El acuerdo se cerró en la Cine Europe, que es la mayor convención europea de la industria cinematográfica donde se dan cita profesionales de todos los sectores para sacar a la luz sus novedades tecnológicas. Por cierto, dato importante: los responsables de suministrar, instalar y dar servicio a los CINITY en los cines Odeon son Ingevideo S.A. (partner de Christie) en colaboración con Equipo de Cine.


GODZILLA Y KONG EN HFR EN EL ODEON GIRONA

Lo mejor para el final. Hace unas semanas pudimos visitar la cabina del Odeon Multicines Girona para chafardear los equipos CINITY. Gracias una vez más al equipo de Odeon Multicines que lo ha hecho posible porque es un lujo ver en persona tanta calidad tecnológica.


Primero dejad que comente lo que mola la cabina. Una cabina de un cine ha de estar decorada con pósters, trozos de displays, guías… y la del Odeon Girona es un buen ejemplo. Además farda de tener muchos equipos ya sea que se usen o que no. Proyectores de 35mm, codificadores de sonido, altavoces… Es como estar en un museo y uno no puede dejar de mirar detalles.

Pero vayamos al CINITY…


El proyector actual lo instalaron en agosto de 2023 así que más nuevo nuevo no puede ser. Se trata de un Christie CP4455-RGB de láser puro capaz de producir hasta 57.000 lúmenes con más de 50.000 horas de brillo estable. El proyector tiene un servidor integrado GDG SR-6400C que puede mover un HFR de hasta 240fps. El equipo está instalado en una base CineLife+ y farda de tener un equipo con un diseño y acabado personalizado de colores y logos de CINITY.


El control del proyector se hace a través de una pantalla del propio equipo y la reproducción de la película se realiza a través de un ordenador conectado al servidor integrado. El software es propio de CINITY y desde allí se puede controlar el showlist de la película con los automatismos y el contenido. En la foto de más abajo os podéis fijar en el archivo de la película que es exclusivo de los sistemas CINITY y que tiene los 48fps.


En la parte de sonido encontramos un procesador de Dolby Atmos CP850 y varios amplificadores Christie Vive Audio CDA3 de 3.000w cada uno para conseguir el sonido inmersivo en la sala. El sonido no es la parte más moderna de esa sala pero al menos se oye bastante bien con graves potentes y sonido nítido sin saturar.


¿Y la proyección? Lo primero que se nota al empezar la proyección es el speckle en las zonas claras. El maldito speckle. Las imágenes provenientes de un proyector láser puro de esta calidad son apabullantes en color, contraste y luz; pero el speckle en la sala es extremadamente acusado y te desconcentra. Pero OJO… pronto tendrá solución.


El equipo del Odeon Girona me aseguró que están en proceso de dos cosas. Primero cambiar la pantalla actual (de 14m x 6m) por una de la marca GetD de más calidad y ganancia que no sólo elimine el speckle, sino que llegue a una luminancia necesaria para el estándar de 3D en CINITY, que es de 90FL. Y segundo instalarán shakers para eliminar el poco speckle que quede. Unos shakers que (sorpresa!) ya están en la sala CINITY del Odeon Narón de Galicia.


Vale, a pesar del speckle la película se ve de fábula pero… oye… ¿Y qué tal el TrueCut Motion exclusivo para la copia de esa sala? Pues una PASADA.

Lo visto en la copia exclusiva de Godzilla y Kong: El nuevo imperio supera a lo vivido en Avatar: El sentido del agua creando una fluidez en los movimientos y una definición en los detalles de infarto. No hay barridos borrosos, no hay «saltitos», no hay imperfecciones. HFR a tope. Lo único que notas son algunos momentos «raros» de cambio de velocidad de fotogramas de un plano a otro que se pueden contar con los dedos de una mano. En general todas las escenas se sienten naturales y desprenden ese «efecto cinematográfico» que necesitamos, ya sea en una escena tranquila de diálogo o en una llena de acción con monos pegándose.


Y ya está. Odeon Multicines pone la tecnología y los muchachos de Pixelworks la herramienta necesaria para nuestro cerebro. Sólo faltamos nosotros que le pongamos muchas ganas a ir al cine porque el futuro de las proyecciones se avecina muy prometedor.